All Saints Church, Bakewell
Atracción | Bakewell | Inglaterra | Reino Unido
La "Iglesia de Todos los Santos" en Bakewell, Inglaterra, es una impresionante iglesia histórica que se considera uno de los lugares más significativos de la encantadora ciudad del mercado en el Distrito de los Picos. Esta iglesia parroquial anglicana, que se encuentra en una colina sobre el centro de la ciudad, no solo ofrece una vista pintoresca del valle del río Wye, sino que también es un tesoro de historia arquitectónica y cultural. A menudo se le llama la "Catedral de los Picos", aunque no es una catedral en el sentido técnico, lo que destaca su tamaño y significado.
Los orígenes de la Iglesia de Todos los Santos se remontan a la época sajona, aproximadamente en los siglos IX o X. Hallazgos arqueológicos sugieren que el sitio ya se utilizaba como lugar de culto cristiano en ese momento, posiblemente con una iglesia de madera, antes de que se construyera la primera estructura de piedra. La parte más antigua que aún se puede ver es el crucero sajón en el cementerio de la iglesia, una cruz de piedra tallada de manera elaborada del año 920, adornada con patrones y símbolos complejos. Esta cruz, notablemente bien conservada a pesar de su historia milenaria, es uno de los relicarios sajones más importantes de Inglaterra y atrae tanto a historiadores como a amantes del arte.
La iglesia actual se construyó principalmente en los siglos XII y XIII en estilo normando y temprano gótico, siendo reconstruida y restaurada varias veces a lo largo de los siglos. La torre distintiva con su aguja octogonal data del siglo XIV y fue extensamente renovada en el siglo XIX, después de sufrir daños por rayos y condiciones climáticas. El interior de la iglesia impresiona con una mezcla de estilos arquitectónicos: los arcos normandos en el coro contrastan con los arcos apuntados góticos en la nave principal, mientras que las ventanas con sus intrincados tracerías dejan entrar la luz en el espacio. La restauración en la década de 1840 bajo la dirección de arquitectos como George Gilbert Scott agregó elementos victorianos sin ocultar el carácter original.
Una atracción en el interior son la colección de tumbas y monumentos conmemorativos que cuentan la historia de las familias nobles locales como los Vernons y Manners. Es especialmente notable la tumba de alabastro de Sir George Vernon y sus dos esposas del siglo XVI, decorada con tallas detalladas que ofrecen información sobre la moda y el estatus de esa época. Otra pieza notable es la tumba de Dorothy Vernon, quien huyó con John Manners, una historia romántica que une Bakewell con la cercana Haddon Hall y que perdura en la folclore. Estas tumbas no solo son valiosas desde el punto de vista artístico, sino que también ofrecen una ventana a la estructura social de la Inglaterra medieval y moderna temprana.
El cementerio alrededor de la Iglesia de Todos los Santos también es fascinante. Además del crucero sajón, alberga una variedad de lápidas de diferentes épocas, incluidas algunas de la época anglosajona con tallados simples pero expresivos. El cementerio está rodeado por un bajo muro de piedra y ofrece una atmósfera tranquila que invita a la reflexión. Desde aquí se puede disfrutar de una vista magnífica de las colinas circundantes del Distrito de los Picos, que enmarcan perfectamente la iglesia con sus suaves contornos y prados verdes.
La iglesia ha desempeñado un papel central en la vida de la comunidad a lo largo de los siglos. Sobrevivió a las convulsiones religiosas de la Reforma y a las guerras civiles del siglo XVII, sirviendo en ocasiones como refugio. Durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de su ubicación expuesta, no sufrió daños, a pesar de que áreas cercanas fueron afectadas por los bombardeos aéreos. Hoy en día sigue siendo un lugar de culto activo, pero también es un destino popular para los visitantes que desean explorar su historia y arquitectura.
La Iglesia de Todos los Santos no es solo una construcción, sino un testimonio vivo de la historia de Bakewell. Su ubicación en la colina la convierte en un hito distintivo, visible desde lejos y atractivo para los visitantes que acuden a la ciudad por sus famosos Bakewell Tarts o por su pintoresco mercado. En el interior también se encuentran pequeños tesoros, como un órgano histórico y una colección de campanas que suenan regularmente, rompiendo la apacible tranquilidad del Distrito de los Picos.
En resumen, la "Iglesia de Todos los Santos, Bakewell" es una atracción que une de manera única la arquitectura, la historia y la espiritualidad. Narra la historia de una región que se extiende desde sus comienzos sajones hasta su florecimiento medieval y hasta la época moderna, ofreciendo al mismo tiempo un lugar de paz y reflexión. Para los visitantes del Distrito de los Picos, es una parada imprescindible que hace tangible el rico pasado de Bakewell y que cautiva con su belleza y su legado.